La primavera
es siempre una buena opción para viajar Grecia. Esto garantiza que el
clima sea un complemento agradable y fresco para visitar la gran cantidad de
lugares históricos y para desandar sus calles en busca de los misterios que
parecen encerrar, sin que el calor sofocante del verano sea un impedimento.
Esta estación
se tiene la ventaja como viajeras poder descubrir la flora en su mayor
esplendor y los impresionantes colores que acompañan atardeceres y amaneceres
en Grecia.
En los meses de abril a junio y de septiembre
a octubre, Grecia presenta un clima primaveral y de inicio de otoño, que
constituye una fortaleza para emprender el viaje.
Conocer la historia griega, y al mismo tiempo
disfrutar de las playas, puede ser realizado en esta época del año. A
diferencia del verano, que constituye la temporada alta en ese lugar, la
primavera y el comienzo del otoño prescinden de un calor asfixiante, que sin
dudas, resulta un elemento incómodo para hacer turismo.
Otra de las ventajas, es que al no incluirse
dentro de la temporada alta, este período se caracteriza por precios más bajos,
y por lo tanto, sus vacaciones pueden ser más económicas.
Al tener en cuenta esta información y coordinándome con mi familia para
planificar nuestro viaje hemos decidido viajar del 3 al 22 de septiembre del
presente año
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